Enrique Bunbury arremete contra la tradición española de tirar de las orejas en los cumpleaños: «Siempre me ha parecido una mierda»
Durante una reciente entrevista con el presentador mexicano Yordi Rosado, el cantante y compositor Enrique Bunbury sorprendió con unas declaraciones que no han pasado desapercibidas. El músico aragonés criticó abiertamente una de las tradiciones más conocidas de los cumpleaños en España: tirar de las orejas tantas veces como años cumple la persona.
La conversación, en tono distendido, giraba en torno a las diferentes formas de celebrar cumpleaños en varios países. Rosado mencionó cómo en México es habitual despertar al cumpleañero con un pastel y cantos familiares, y al preguntarle a Bunbury cómo se festeja en España, el exlíder de Héroes del Silencio no dudó en responder con ironía y contundencia.
“Siempre me ha parecido una mierda de tradición”, declaró el artista entre risas del equipo, refiriéndose al gesto de tirar de las orejas como forma de felicitación.
Bunbury explicó que, al residir desde hace años en Los Ángeles, ha perdido algunas costumbres españolas y adoptado otras propias de la cultura estadounidense. En ese contexto, señaló que la práctica de tirar de las orejas le parece absurda y completamente prescindible.
La frase no tardó en viralizarse en redes sociales, generando reacciones divididas. Muchos usuarios coincidieron con el músico, asegurando que esa costumbre está prácticamente en desuso:
“Eso se hacía hace 40 años, ya no”, comentó una internauta en X (antes Twitter).
Otros recordaron que prácticas similares también existen o existían en países como Argentina o Italia, aunque también han caído en desuso con el paso del tiempo.
La anécdota dio pie a momentos de humor en el plató. El propio Yordi Rosado bromeó diciendo:
“¡A mí me chingarían 53 veces!”, provocando carcajadas generales.
Lejos de la polémica, las declaraciones de Bunbury han reabierto un debate interesante sobre el valor y la vigencia de ciertas tradiciones culturales, que con el tiempo pueden verse como obsoletas, absurdas o incluso incómodas, especialmente en contextos multiculturales.